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DETRAS DE CADA CAMBIO

DETRAS DE CADA CAMBIO Detrás de cada cambio importante hay una pérdida para elaborar, aún detrás de aquellos que implican modificaciones "positivas", por llamarlas de alguna manera.

Cada vez que algo llega, desplaza lo anterior, que deja de ser. Así como Cada vez que algo se va, deja lugar a lo que sigue.

Cambios (pérdidas o desarrollo) de propósitos y futuro. Cambios (agregado o disminución) en el patrimonio personal o el modo de vida.
Cambios en lugar de residencia (de progreso o de involución).
Cambios laborales (incluidos los ascensos y cambios de destino).
Cambios en las relaciones y vínculos (amigos, parientes, casamientos, enamoramientos). Cambios en las posturas ideológicas, religiosas o filosóficas.
Cambios en la salud (deterioro y aun sanación de enfermedades).

Todos estos procesos y la infinita nómina que cada uno podría agregar suponen pequeñas o grandes muertes que no debemos subestimar y que implican una despedida y una elaboración.

Cada día que empieza es en realidad la historia de la pérdida de mi día anterior, porque no soy el que era ayer. Yo, no soy el que era ayer y sé que mañana no voy a ser el de hoy. Pero si lo pienso así...¡¡¡Me condeno a vivir de duelo!!!

Para muchos autores el dormir y el soñar son en última instancia el espacio humano para vivir estos pequeños duelos cotidianos. Si quiero pensarlo así, me desprendo durante la noche de lo que dejo atrás y me despierto cada día con la ganancia que me dejó el día que pasó y la perspectiva novedosa del día que comienza.

Yo puedo pensar en esto o hacerme el distraído. Puedo darme cuenta de que no soy (y es cierto que no soy) el de hace diez años. No lo soy, afortunada y lamentablemente las fotos lo demuestran. ¿Este es mejor que el de antes? ¿Me gusta más o menos? ¿Está más maduro o simplemente se pudrió? Este no es el punto en cuestión. Seguramente hay un cambio. Haber dejado de ser aquel que era es causa y efecto de ser este que soy. Y este que soy es aquel más este, hay una ganancia en el camino.

Y es importante registrar qué ganancia es el resultado de aquella pérdida... Pero para esto tengo que poder soltar. Aferrado al recuerdo de mantener y sostener aquello que yo era, entonces no va a haber ninguna posibilidad de ganar y quizás ni siquiera de llegar a ser.

Adaptación de un texto de Jorge Bucay

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