NECESITAS UN AMIGO...

Necesitas un amigo... ¡encuéntralo!
Busca un amigo mundano, y acéptalo como es. Recuerda que tú eres imperfecto, tanto o más que él...
Pídele solamente que sea humano, de nobles sentimientos, reñido con la mentira, leal a tus sentimientos y a los suyos, pídele que tenga un gran corazón.
Necesitas un amigo para cuando las penas te agobien, así no enloqueces, alguien que te ayude a encontrar la medida justa de los problemas, el hombro que sea muelle para que te apoyes en tus peores momentos.
Pero búscate un amigo, jamás un cómplice. No lo elijas porque se pliega a tí en tus caprichos, sin hacerte saber que estás equivocado. No te busques tampoco un títere que manejes a tu antojo...
Búscalo inteligente, sagaz y atento, para que sea tu crítico más ácido, pero tu más férreo apoyo.
Búscalo para que te proteja y te haga ver la realidad, no para que te suma en tus fantasías.
Búscate un amigo para que guarde tus secretos cerrados con llave en el cofre de su amistad, y que sepa compartir los suyos.
Búscate un amigo capaz del sacrificio cuando tú lo necesites, el que corra a tu lado a poner su mano cuando tú te estés cayendo.
Alguien que te comprenda cuando estás triste y te respete en silencio, quien te tienda una soga con esfuerzo para ayudarte a salir de pozo, quemando parte de sus propias obtenciones.
Busca un amigo de risa fácil, de picardía a flor de piel y de humanidad constante. Alguien que tenga ideales, que sepa lo que es la soledad y la miseria, que no disfrute de la desgracia ajena y que sepa elevar una oración por quienes dicen ser sus enemigos.
Búscalo para poder hablar de las cosas intrascendentes como el vuelo de una mariposa, la belleza de un copo de nieve, el perfume de una flor, tu gusto por la lluvia, del sol que entibia la piel y de las estrellas que le guiñan sus ojos.
Alguien con quien hablar de lo que lees y con quien compartir la música que te agrade.
Ese que se conmueva con una poesía o ante la vista de un paisaje a la caída del sol.
Búscatelo entre los que sienten pena ante la gente triste, que gustan de ayudar al prójimo, y que saben disfrutar de los momentos alegres.
Alguien a quien le puedas contar cosas íntimas y hacer preguntas íntimas.
Búscatelo para que contigo pasee recorriendo recuerdos de tu vida y de la suya, riendo en las coincidencias y apoyándote en las nostalgias.
Búscatelo entre los que sufren con tu ausencia y ansían tu presencia, entre aquellos que te necesitan para hablar y compartir, entre los que notan cuando no estás y se conmueven si no te ven. Entre aquellos que se alegran cuando vuelves.
Búscatelo entre los que comulgan su alma con la tuya, entre aquellos que cuando te escriben te arrancan una lágrima, búscatelo entre esos que tú pienses que merecen ser llamados amigos.
Búscatelo entre los que creen en tí sin ponerte a prueba, de los que no desconfían, de los que te defienden cuando te atacan, de los que no critican a nadie. Alguien que siempre esté a tu lado y que tenga como emblema la lealtad.
Y cuando finalmente lo encuentres... regálale en una gran caja dorada.. todo lo que tú pides de él, sé fiel tú también y sobre todo, defiende tu amistad brindando todo lo que tienes en tu interior..